Para utilizarlo descomprimen el archivo (que se encuentra en formato rar) y ejecutan el archivo FirefoxPortable
en la carpeta donde lo han extraido. Lo bueno de la versión portable es
que además de poder llevártelo a todos lados no precisás instalarlo y
no te deja rastros donde lo utilices. También es una buena opción para
quienes desean probar el navegador sin querer instalarlo.